jueves, 18 de diciembre de 2014

Teletransportar humanos es (mucho) más difícil de lo que imaginábamos

Uno de los grandes sueños de los fans de la ciencia ficción, la teletransportación de humanos es algo tan absurdo que, incluso si consideramos el potencial de la ciencia actual, presenta una serie de obstáculos insuperables (al menos al principio), tres de los cuales fueron destacados por los estudiantes de física de la Universidad de Leicester (Inglaterra): tiempo, energía y ancho de banda.


Si pensamos en términos palpables (y no en los conceptos de física teórica, como “agujeros de gusano”), la teletransportación implica hacer una copia exacta de la información de un cuerpo, transmitiéndola a otra ubicación, para posteriormente destruir el cuerpo original – es decir, probablemente morirías en el proceso, aun cuando consiguieras transmitir tus “datos”.
Bits humanos.
Dejando a un lado este revés, el equipo calculó la cantidad de “datos” que componen a una persona – una tarea ingrata, ya que no sabemos exactamente cuál es el nivel final de la “esencia” del ser humano (pudiendo ser celular, molecular, atómico…). Sin entrar en cuestiones filosóficas y metafísicas,  se basaron en la cantidad de información contenida en cada célula de ADN (aproximadamente 10 mil millones de bits).
A continuación, calcularon la cantidad de información de un cerebro humano promedio. La suma fue de 2.6 x 10 ⁴ ² bits (o, para que te hagas una mejor idea de tu tamaño, 2,600,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000,000 bits). Para transferir esos datos con una conexión de 29 a 30 GHz (considerada “muy buena” para nuestra tecnología moderna), se necesitarían 4.85 x 10 ¹ ⁵ años (350 veces la edad actual del universo). La energía necesaria para este proceso, por supuesto, sería igualmente absurda.
En el futuro, nuevas fuentes de energía o sistemas paralelos para dividir la transmisión podrían facilitar las cosas y, en lugar de destruir el cuerpo original, quizá solo podríamos transmitir la conciencia de la persona a un cuerpo robótico y … Bueno, tal vez “coquetear” con conceptos un poco más seguros de la física Teórica.
Esta es la evidencia “tangible” de porqué el enfoque y los medias actuales para llevar a cabo la teletransportación simplemente están obsoletos. Quizá algo más a nuestro alcance sea la transmisión de conciencia de un cuerpo a otro, un resultado que pretende el Proyecto Rusia 2045.
[io9, Journal of Physics Special Topics]

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