Hiperhidrosis
La hiperhidrosis es una enfermedad rara que consiste en un exceso de sudoración que se produce por fallo del sistema nervioso simpático (parte del sistema nervioso autónomo) originando que el organismo produzca más sudor del que necesita para regular la temperatura corporal. Muchas personas que presentan esta enfermedad, ven afectada su calidad de vida y sienten pérdida de control sobre ella ya que la transpiración se presenta independientemente de la temperatura y del estado emocional. Esta alteración suele iniciarse en la infancia o la pubertad y normalmente dura toda la vida. Se estima que el 1% de la población padece hiperhidrosis primaria; afecta de igual manera a hombres y mujeres. Hasta el 40% de los afectados tiene otro miembro de la familia con el mismo trastorno, por lo que es una enfermedad hereditaria.
Según las regiones afectadas por exceso de transpiración, se distinguen: sudoración palmar, sudoración axilar y sudoración facial (un fenómeno asociado a la sudoración facial es el rubor facial, que consiste en el enrojecimiento del rostro).
Además, se puede distinguir hiperhidrosis primaria e hiperhidrosis secundaria: la primera puede iniciarse en cualquier momento de la vida; la segunda, puede deberse a trastornos de la glándula tiroidea o pituitaria, infecciones, diabetes mellitus, tumores, menopausia o ciertos fármacos.
Causas
La hiperhidrosis suele ser enfocada casi siempre desde una perspectiva dermatológica. Sin embargo, sus causas basales no han podido ser dilucidadas de manera satisfactoria. Se cree que se produce por un sobreestímulo del sistema simpático, paralelo a la columna vertebral dentro del tórax, independiente de la temperatura ambiental. En sus formas más severas puede provocar hongos, descamación, mal olor, irritación y pigmentación de la piel. Los hiperhidrósicos pueden ser entusiastas y creativos, sólo socialmente encuentran obstáculos que pueden ser aminorados mediante tratamiento.
Existe una causa no orgánica débida a estrés psicológico y aunque menos estudiada parece ser la mas común. En algunas personas con hiperhidrosis de origen no orgánico, puede desencadenarse gracias a una situación estresante o embarazosa.
Tratamiento
* Solución de cloruro de aluminio (hexahidratado). Consiste en la aplicación de soluciones antitranspirantes con mayor concentración de cloruro de aluminio. Puede resultar efectivo sólo para hiperhidrosis axilar, y en menor medida para hiperhidrosis palmar y plantar. Sin embargo, es altamente probable que reseque o irrite en demasía la piel, y algunos estudios sugieren la existencia de riesgo a padecer cáncer de mama por la acción de su componente principal, el aluminio, aunque otros estudios más recientes no han hallado evidencia de esta relación.
Iontoforesis. Consiste en pasar una corriente eléctrica de bajo voltaje por agua o almohadillas humedecidas, lo que hace que proteínas superficiales de la piel se coagulen y bloqueen parcialmente los conductos sudoríparos.Medicación oral. Las tabletas Robinul (su nombre oficial es glicopirrolato), Ditropan (oxibutinina) y Dixarit (clonidina) pueden ayudar a combatir la condición, pero pueden provocar efectos secundarios adversos como sequedad de boca y ojos, nauseas, arritmias y dolor de cabeza.Toxina botulínica tipo A (Bótox). La toxina botulínica sólo está permitida si se inyecta en las axilas. El inconveniente es que tiene que ser inyectada cada 2 o 6 meses, lo que además de ser doloroso, termina siendo muy costoso. Si se es alérgico a este producto, puede haber complicaciones mortales.Simpatectomía por Videotoracoscopía. Es una operación que se realiza con anestesia general. Para acceder al sistema simpático se tiene que realizar un neumotorax artificial, es decir, meter aire en los pulmones para que se levanten y se despeguen de los ganglios nerviosos T. Se utilizan dos canales de trabajo axilares que deben de atravesar la pleura pulmonar, de menos de un centímetro cada uno. Por uno de ellos se introduce una cámara de video y, por el otro, el bisturí ultrasónico que cortará los ganglios T responsables de la sudoración excesiva de la cara, manos y/o axilas.
El procedimiento se hace a ambos lados y dura al menos una hora. Entre sus complicaciones se encuentran:
La sudoración compensatoria en la espalda, estómago o piernas (detrás de las rodillas o entre los muslos) puede llegar a darse en el 100% de los simpatectomizados. La sudoración compensatoria es severa en un 10% de los simpatectomizados. Para evitarla, es preferible que éstos midan más de 1,50 metro de estatura, no estén excedidos de peso y no sean muy musculosos. El éxito de la operación (tener manos con anhidrosis) supera el 90% para los casos de hiperhidrosis palmar y axilar. Los sometidos a una simpatectomía por sudoración facial o rubor facial tienen mayor probabilidad de tener sudoración compensatoria. La simpatectomía debe ser realizada por un cirujano de tórax, ya que su especialidad permite reducir los riesgos inherentes a cualquier operación. Reducción del pulso cardíaco. Los ganglios T que se cortan también regulan los músculos que mueven el corazón. Reducción de la capacidad pulmonar. Se debe a que los músculos que mueven el diafragma están controlados por los ganglios T cortados en la simpatectomía. Dolor crónico en pectorales. Este se debe al daño de musculatura y nervios que hace el tubo endoscópico. Se da en el 50% de los simpatectomizados. Extrema sensibilidad al frío. Los ganglios T regulan la vasoconstricción de las venas de las manos. Anhidrosis. Sequedad total de las manos en el 98,1% de los simpatectomizados. Muchos necesitan hidratarse con cremas. Sudor gustatorio. Aumento de sudor al empezar a comer. Se da en el 37,5% de los operados. Síndrome de Horner (caída parcial y transitoria de uno de los párpados) que se da en el 12% de los operados por técnica con abordaje supraclavicular, que se abandonó en la última década. En cambio, el resultado de simpatectomía por videotoracoscopia tiene un porcentaje de Horner de 1-2% en simpatectomía T2 (para cara) y menos de 1 por mil en simpatectomía T3 (para manos) o T3-T4 (para axilas). Muerte. Los efectos secundarios descritos anteriormente pueden llegar a provocar, en casos muy aislados y concretos, la muerte del paciente.
Otras terapias. El sobrepeso aumenta el exceso de sudor por lo que se recomienda ir al endocrino para que nos ponga una dieta adecuada. El café y el tabaco aumentan la sudoración por lo que es mejor evitarlos. Para la hiperhidrosis no orgánica es necesario acudir al psicólogo a terapia donde se puede ayudar a superar problemas de autoestima e inseguridad, entre otros, los cuales pueden ser causa de dicha enfermedad. Las terapias de relajación orientales como el Yoga, Zen, Siatsu pueden ayudar a superar el estrés que origina estar empapado en sudor.
Fuentes:
http://www.hiperhidrosis.com/
http://es.wikipedia.org/wiki/Hiperhidrosis
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