Pero nada más allá de la realidad, estacionarse puede ser realmente sencillo si tomamos en cuenta las referencias visuales y los movimientos del volante, la siguiente guía explica los distintos escenarios en los que puede encontrarse un conductor a la hora de estacionar su automóvil.
Estacionar en un espacio grande.
Para lograr entrar en la menor cantidad de movimientos tenemos que hacer coincidir el final del auto que está estacionado delante nuestro con la mitad de nuestro coche, después, la maniobra estándar. Volante girado hasta el tope y reversa hasta llegar al punto de referencia explicado más abajo, una vez en la referencia, giramos el volante al tope de lado contrario y el auto queda estacionado perfecto.
Estacionar en un espacio pequeño.
Para lograr esto hay que hacer que el final del asiento trasero de nuestro auto coincida con el final del coche estacionado delante nuestro. Las maniobras y las referencias son las mismas para el proceso anterior.
Referencias de estacionamiento.
Las referencias a tomar en cuenta son dos principalmente:
1. Mi coche y el coche delante nuestro forman un angulo de aproximadamente 45º. 2. La intermitente trasera de mi coche está alineada con la intermitente del coche de atrás.
Estacionar en batería.
En teoría estacionar en batería es mucho más sencillo, para lograrlo debemos hacer coincidir el lateral exterior del coche estacionado con el respaldo del asiento trasero de nuestro coche. Hay que tener cuidado con que el lateral que hagamos coincidir sea el exterior y no el que va a quedar del lado donde nos estacionemos. Volante a tope y retrocedemos, el coche debería entrar solo, pero si sientes que vas a pegar con el coche de al lado, enderezamos hacia adelante y luego todo recto en reversa.
La recomendación general es que hay que estar muy atentos siempre a los retrovisores
para ver la separación por los dos lados y dar la marcha atrás siempre MUY despacio.
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