La cirugía en cuestión fue realizada en una anciana de 83 años que sufrió un trauma en la cabeza después de haber caído de determinada altura. Según los informes que acompañan al video, la paciente fue diagnosticada con nueve puntos en la escala de coma de Glasgow – que mide el nivel de conciencia -, lo que significa que su trauma fue considerado por el equipo médico entre el límite de lo moderado y grave.
Además, según el texto del video, la mujer también presentaba la pupila izquierda fija y con un diámetro mayor que la derecha – una condición conocida como anisocoria -, y la tomografía reveló que la paciente presentaba un hematoma subdural, hernia uncal lateral (izquierda) y presión intracraneal severa.
Craniectomía descompresiva.
Para solucionar el problema, los médicos realizaron una craniectomía descompresiva para poder drenar la hemorragia. Esta cirugía consiste en realizar una incisión para remover la piel que cubre la cabeza, exponer la parte ósea y abrir el cráneo – normalmente por medio del uso una broca y sierras de Gigli. Dale un vistazo al procedimiento en el video a continuación:
El cerebro está protegido por algunas membranas – las meninges -, y una de ellas es la duramadre. Como se ve en el video, la membrana es cortada con las tijeras, y luego los médicos llegaron a una porción de sangre coagulada sobre el cerebro, que fue delicadamente removida. Enseguida, es posible ver cuál es el vaso responsable por la hemorragia, que fue cauterizado por los cirujanos para estancar el sangrado.
Después, como no existía ninguna otra lesión cerebral aparente, todos esos tejidos son nuevamente cerrados. Éste parece haber sido el caso de la persona del video, ya que en apariencia no había nada más comprimiendo el cerebro dentro en la cavidad ósea y los cirujanos consiguieron disminuir la presión intracraneal.
Secuelas.
Según el video, el procedimiento demoró tres horas y, aunque no haya ocurrido ninguna complicación, la paciente resultó con algunas secuelas – como la parte derecha del cuerpo paralizada – y, después de la cirugía, realizó un programa de rehabilitación física.
Los hematomas – o hemorragias – subdurales agudos normalmente ocurren como resultado de fuertes golpes en la cabeza, y están entre las lesiones craneales más mortales que existen. Eso se debe al hecho de que la sangre se acumula rápidamente en un área donde no hay mucho espacio, provocando una compresión de los tejidos cerebrales. En muchos casos, los pacientes terminan sufriendo daños irreversibles que pueden terminar en la muerte.
En personas más ancianas las hemorragias subdurales pueden ocurrir incluso cuando los golpes no son tan fuertes, y no es raro que pasen desapercibidas durante varios días. En estos casos, los hematomas son clasificados como crónicos – sin mencionar que existe la posibilidad de que ocurran espontáneamente.
En todos los casos, los principales síntomas son la falta de equilibrio, dificultad para caminar y hablar, dolor de cabeza, sensación de adormecimiento en algunas partes del cuerpo, nauseas, perdida de la conciencia, debilidad y disturbios visuales. Éste tipo de hematoma es una condición de emergencia, y el paciente debe pasar por la cirugía que acabamos de ver para solucionar el problema
Gizmodo
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